El calor nos ha llegado de repente y casi no nos hemos enterado de la primavera. Después de un mes de marzo de mucha lluvia, estamos en un abril algo atípico con respecto a las temperaturas. Espero que cambie un poco el tiempo y podamos disfrutar de una merecidísima primavera. Llevo un tiempo pachucha por varias cuestiones que me han tenido algo baja de moral. Estoy remontando como puedo pero no quiero dejar de lado este mundo dulce que tantas alegrías me da. A veces la vida te da golpes que no esperas y sientes que pierdes las fuerzas. Mi blog ha sido siempre una vía de escape, mi paraíso personal o ventana al mundo como me gusta llamarlo. Encender el horno siempre lleva una parte de magia porque no sabemos el resultado de nuestra receta hasta pasado un tiempo. Es precisamente esa magia la que me da fuerzas y la que me ayuda a experimentar, a buscar nuevas historias tradicionales nuestras o de otras culturas que me fascinan. Regresamos con una mezcla que hacía tiempo me rondaba la
Hola muy buenas tardes a todos!
Sé que he estado un poco ausente estas semanas. No ha sido precisamente por vacaciones o por disfrutar del sol tan maravilloso que está haciendo en nuestra tierra. Aquí en Escocia se puede decir que no estamos teniendo verano. Ya estamos bien entrados en agosto y hemos tenido escasos días de sol. Seguimos manteniendo la esperanza para que tengamos buen tiempo en estas semanas que nos quedan. Buscando un poco de hueco entre tanto trabajo...¡Os traigo un postre de ésos que apetecen siempre para la entrada número 100 de Fresas con Chocolate!
Estoy harta de verla en el supermercado pero me resistía a comprarla. Quería un poco de tiempo para elaborarla yo misma porque sé que su sabor es más auténtico recién hecha y porque no hay nada como el placer de saborear algo hecho por uno mismo. ¿Qué opináis?
La panna cotta es un postre que nos encanta en casa, es hacerla y volar prácticamente de la nevera jeje. Además de la variedad de chocolate que elaboré hace unos meses, en esta ocasión os traigo una que mezcla dos sabores excelentes: la vainilla y el caramelo. ¿Os apetece una cucharada? Acompañadme que os muestro los pasos de esta sencilla y deliciosa receta!
Panna cotta a la vainilla y caramelo
Ingredientes:
- 200 ml. de leche
- 200 ml. de nata fresca o para montar
- 40 gramos de azúcar
- 3 hojas de gelatina
- 1 cucharadita de extracto o esencia de vainilla
- Caramelo líquido Royal para decorar
Preparación: En primer lugar disponemos los ingredientes.
En primer lugar hidratamos las hojas de gelatina en agua fría unos minutos mientras vamos elaborando el postre.
Vertemos en el cazo la nata, con la leche y el azúcar. Ponemos a calentar a fuego medio/lento. Agregamos la cucharadita de vainilla.
Mientras se va calentando removemos con una varilla de vez en cuando. Podemos aprovechar para preparar nuestros vasitos con el caramelo.
Retiramos el cazo del fuego justo antes que comience a hervir. Esto es muy importante!! Si hierve, la gelatina no causará el efecto que buscamos. Una vez retiramos del fuego añadimos la gelatina bien escurrida. Reincorporamos al fuego lento y batimos enérgicamente hasta que esté bien integrada. No llevará más de un minuto.
Vertemos en nuestros vasitos, dejamos templar y los llevamos a la nevera un mínimo de 4 horas. Luego desmoldamos y... ¡listos para servir!
Espero que os haya gustado la receta, os animo a que la hagáis en casa. Está mucho más rica que la envasada y además tiene el amor que le dais vosotros al hacerla. No se puede pedir más!
Vuelvo pronto con más recetitas! Un saludo muy dulce y a seguir disfrutando del verano! ^^
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